En el mundo contemporáneo, las transiciones a la democracia son procesos complejos y no son poco frecuentes, colocan a los agentes políticos contra problemas amplios y sin precedentes. Después de todo, las guerras civiles, los conflictos étnicos, los regímenes totalitarios y dictatoriales son, después de todo, marcados por la violencia, las consecuencias que generalmente persisten incluso después de la transición, conducen al nuevo régimen legado y los problemas que deben resolverse. Ellos responsables de las violaciones de derechos humanos, para buscar la verdad y la creación de políticas de memoria y reparación, por ejemplo, son, por ejemplo, algunas de las preguntas más obvias que se imponen a la transición y contextos de consolidación. Demócrata.
Estaba frente a estos desafíos que se construyó la llamada justicia de transición. El objetivo de este artículo es explicar el significado de este término, su desarrollo y su importancia para los ciudadanos y la consolidación de las democracias.
El origen del término.
La expresión justicia en el período de transición (en portugués: "Justicia en el momento de la transición"), que resultó en el mandato de un profesor de la Facultad de Derecho de Nueva York, Ruti Teitel, un especialista en derecho internacional 1992. Sin embargo, muchos problemas Que impregnan el mandato ya se han discutido en la década de 1970 por los polítólogos que han estudiado los procesos de transición y consolidación democráticas, como Guillermo O'Donnell, Philippe Schmitrites y Samuel Huntington. Estas dos décadas, se debe mencionar, han sido marcados por los procesos de transición que han identificado este tipo de reflexión. Brasil y otros países vecinos, como Argentina, Uruguay y Chile, por ejemplo, para experimentar con los procesos de transición de sus dictaduras militares. Los europeos del sur y también vivían algo similar.
El desarrollo del término
En los últimos años, el término "El juez de transición ha llamado la atención de varias áreas de conocimiento. Lo que Pablo Van Zyl propone, podemos definir que el propósito de la justicia de transición es revelar la verdad sobre delitos pasados, para tratar a los violadores de derechos humanos, En busca de la compensación de las víctimas, instituciones de reforma en el camino de cierta manera a estas violaciones y promover las políticas de reconciliación. En el entorno social. Sin embargo, se debe mencionar que varios investigadores hagan otras definiciones, más o menos sofisticado, pero contienen los mismos pilares de memoria, verdad y justicia.
La implementación del término para realidades históricas específicas ha causado algunas controversias, en particular porque las especificidades de cada caso serían incompatibles con la carga de las regulaciones que el término lleva a cabo. No por casualidad, se percibe que la elasticidad se percibe en su uso en los últimos años, en particular para definir los procesos históricos en los que se han llevado a cabo algunas de estas medidas: no a veces la transición correctamente, sino en tiempos de consolidación democrática, C eso es , años después de la transición. Para la democracia, se ha realizado. Este es el caso en Brasil, por ejemplo, donde se creó la Comisión Nacional de la Verdad (CNV) casi 20 años después del final de la dictadura militar. Para algunos autores, habrá otro problema allí: la transición y la consolidación constituirían diferentes momentos. ¿Cómo hablar sobre la justicia de transición fuera de la transición? O mejor, ¿por qué?
Literatura especializada
La implementación de la duración de los contextos no transitorios ha sido cada vez más común en la literatura especializada, porque en muchos casos los objetivos de la justicia de transición, en total o en parte se han implementado a veces, a veces, podríamos definir como una consolidación de la democracia. Muchos expertos también argumentan que la justicia de transición sería una condición de esta consolidación y esta garantía de no repetición de atrocidades.
Sin embargo, las interpretaciones son diversas. Renan Quinha, por ejemplo, argumenta que la "justicia de consolidación"" o "justicia", sin adjetivos, estaría mejor adaptada a estos casos específicos que, el mal, consolidará la transición. También hay académicos que usan marcas de cotización: "Justicia de la transición": indique parte de su contexto habitual o, como el científico político António Costa Pinto, quien recomienda usar Stricto Sensu, que es solo. En contextos de transición, en el intervalo entre Una dieta y otra.
Además de los autores mencionados, existe el caso del trabajo que analiza las experiencias históricas concretas a la luz de la justicia de transición. Aunque no usan el término o lo hacen con las reservas, discuten los problemas encontrados por los procesos de justicia de transición. Este es un área interdisciplinaria que en los últimos años ha atraído la atención de los abogados e historiadores, por ejemplo. El primero en realidad contribuyó a los problemas legales que involucran al tema, además, el derecho internacional y la jurisprudencia sobre la garantía de los derechos humanos y las responsabilidades de los estados de sus propias violaciones son temas recurrentes; Los segundos trataron el auge de la nota en los últimos pasajes "sensibles" y sus implicaciones ahora, así como las disputas para la verdad, la reparación y la justicia.
En Brasil y en el extranjero, varias obras pueden llamar "clásicos". Este es el caso de "justicia de la transición", de Ruti Teitel y de "cerrar los libros: la justicia de transición en el punto de vista histórico"", desde Jon Elster, lanzado en Nueva York en 2000 y 2004, respectivamente. En Brasil, podemos destacar una colección organizada por Inês Prado Soares y Sandra Kishi, titulado ""Memoria y verdad: justicia de la transición al estado democrático brasileño", lanzado en 2009. La política de trabajo "en el pasado: precio / juicio agrega a Lienwbox RF Demócratas gratuitos en nuevas democracias ""Organizadas por Alexandra Barahona de Brito, Paloma Aguilar Fernández y Carmen Gonzales, publicadas en los Estados Unidos en 2001 y España organizadas por el historiador catalán Ricard Vineyards, titulado" Estado y memoria: Gobierno y ciudadanos frente al trauma de la historia ", publicado en 2009 en España. Creo que todos estos estudios son ricos porque van de los debates más conceptuales sobre el análisis de los casos más específicos, considere académicos de diferentes áreas que, aunque no utilizan adecuadamente la justicia de transición. El término o las reservas de usted; En el mismo objeto y busca enfrentar los diversos desafíos académicos y sociales que contribuye el proceso de reinicio.
Experiencias históricas
En Brasil, el proceso de transición para la democracia ha hecho ninguno de los objetivos relacionados con la justicia en la transición. Por el contrario, a través de la Ley de Amnistía de 1979 (Ley n. 6.683), los militares intentaron interactuar cualquier medida de reembolso en el pasado y las alianzas políticas que permitieron una "transición segura", desde arriba, abandonó la agenda política en cuestiones de tiempo relacionadas. A las violaciones de derechos humanos durante la dictadura militar. Las políticas de memoria, verdad y reparación previstas en el país se dieron en el momento democrático. Escenario muy diferente de la vecina Argentina, que ha tenido otro proceso. A diferencia de los nuestros, allí, de inmediato, se ha creado un comité de verdad y ha hecho posible juzgar a los autores de las violaciones de derechos humanos, aunque el proceso ha adoptado una factura.
Los primeros informes en Brasil solo tenían diez años después del final de la dictadura militar en 1995, con la ley de las desapariciones políticas (Ley N ° 9140) durante el Gobierno de Fernando Henrique Cardoso. La ley dio una asignación financiera a las familias de los muertos y desapareció y constituyó un comité permanente para tratar de identificar y dilucidar otros casos. Posteriormente, en los gobiernos de Lula (2003-2010) y Dilma Rousseff (2011-2016), se han adoptado otras medidas, con el mayor impacto de la creación de la Comisión Nacional de la Verdad (CNV), que se adhirió entre 2012 y 2014. Promoción en nuestro país, el cuidado de los académicos más académicos del tema de la justicia en la transición, como innumerables o desarrolladas investigaciones.
El historiador francés Henry Rousso, autor del "síndrome de Vichy" (en el síndrome de Portugués, Vichy), publicado a principios de los 90, habló sobre un "pasado que no sucede". Sin embargo, entiendo que los procesos de justicia de transición son importantes no solo para la búsqueda de reparación, en diferentes esferas, las atrocidades del pasado. También contribuyen a promover un debate público sobre este pasado capaz de construir una conciencia histórica y fortalecer los regímenes democráticos que aumentan después de los períodos de violencia política. Es decir, la transición, la justicia se trata este pasado, lo hace en o al menos suaviza las heridas.
Las experiencias históricas con las que la justicia de transición está tratando de mostrar que, tan fuertes como los regímenes violentos durante su validez y control en las direcciones del proceso de transición, que proclaman notablemente a los autores libres de autores libres de autores de los castigos futuros, estos de un pasado son Incontrolable y no respetan los pactos políticos de silencio e impunidad.